1.1. Pigmentos

Pigmentos indios. Imagen de Luigi Chiesa en wikimedia bajo licencia cc.

El pigmento es la sustancia que da color a la pintura, rojo, amarillo, azul, verde, etc. Se presenta en polvo y debe tener gran fuerza teñidora y permanencia, es decir, no alterar su color con el paso del tiempo y con distintas condiciones ambientales.

El pigmento está presente y es el mismo en todos los procedimientos: Acuarela, óleo, pastel, etc. Lo que varía es la sustancia que se le añade en cada caso, el aglutinante, del que te hablaremos en el siguiente epígrafe.

Existen varios tipos de pigmentos, te mostramos algunos ejemplos de cada uno, ya que la lista completa sería muy extensa:

Inorgánicos:

Minerales, como las tierras (ocres, óxidos de hierro). El bermellón, por ejemplo, se obtenía antiguamente del cinabrio.

Sintéticos, producidos artificialmente, como el blanco de plomo, que ya los romanos obtenían mezclando el metal con vinagres. Los cadmios (rojo y amarillo) o el azul de Prusia son otro ejemplo.

Orgánicos:

De origen animal. El carmín se elabora a partir de una sustancia colorante que produce cierto tipo de cochinillas, el negro marfil se produce calcinando huesos.

De origen vegetal. El negro humo se obtiene a partir de la calcinación de madera. El amarillo indio debe su nombre a su procedencia, es una sustancia que se extrae de un arbusto.

Históricamente, los que primero se utilizaron fueron los de origen mineral y los orgánicos, ya que se encuentran así en la naturaleza y no precisan mucha elaboración. Algunos de ellos eran difíciles de conseguir y muy costosos, bien por su naturaleza o porque provenían de lugares lejanos. Esto hizo que se investigara para producirlos de manera artificial y reducir su coste. Como en tantos otros campos, se produjo un gran avance durante la revolución industrial.

Actualmente este campo sigue en desarrollo, tan importante en el mundo artístico como en la industria textil, publicitaria, automovilística y muchas otras.

Observa que en el tema del color, lo definíamos solo con su nombre sin más, te hablábamos de azul, magenta, amarillo, etc. Cuando hablamos de pigmentos, los colores llevan "apellidos" (óxido rojo, amarillo indio, rojo cadmio, azul cobalto...), ya que nos referimos a la sustancia química que produce el color y que tiene un comportamiento diferente según su naturaleza. Hay colores más transparentes, como el siena tostada, más cubrientes, como el ocre amarillo, menos caros, como las tierras, y carísimos como el verde esmeralda y los derivados del cobalto.

Una buena paleta, compensada en cuanto a color y precio podría contener: Blanco de titanio, amarillo cadmio limón, ocre amarillo, rojo escarlata, rojo cadmio medio, verde vejiga, azul ultramar, azul de Prusia, siena tostada, sombra natural y negro marfil. Si quieres que sea algo más económica, sustituye los cadmios por los mismos colores hechos con otras sustancias, aunque... notarás también la diferencia al aplicar el color.


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Para saber más

Lapislázuli

Imagen de Grendelkhan en wikipedia bajo licencia cc.

 

El azul ultramar se obtenía del lapislázuli, una piedra semipreciosa, lo que hacía que este color fuera considerado un gran lujo y se aplicara pocas veces en los cuadros, cuyo coste encarecía enormemente, ya que su precio superaba al del oro. El cliente debía especificar si quería que este color estuviera en la obra y el precio de esta dependía de la cantidad de azul que llevara.

En su lugar se utilizaban otros azules, minerales o biológicos. En el siglo XIX apareció el azul de Prusia, el primer pigmento sintético moderno, un azul diferente pero de gran fuerza teñidora que vino de alguna manera a sustituir al ultramar.

Si quieres utilizar azul ultramar no te asustes, hoy en día se elabora químicamente y tiene un coste barato.