Saltar la navegación

1.1. El lujo y la apariencia

Cuando traemos un amigo a casa procuramos que todo esté en orden y que dé buena impresión. Normalmente, en mayor o menor grado nos preocupamos por la apariencia ante los demás. La apariencia de nuestra casa, de nuestro coche, de nuestra ropa, etc. reflejan un nivel social y económico. El lujo es una manera de llevar al extremo una máxima apariencia económico-social.

Los productos lujosos son exclusivos, diseñados especialmente y realizados con materiales de alta calidad. Los beneficios que aportan convienen a los fabricantes.

Forma, función y lujo

Hemos visto como en un producto de diseño puede predominar la forma sobre la función o la función sobre la forma. Cuando se diseña un producto lujoso, la función pasa a un segundo nivel, pero también la forma puede que no sea lo más importante. ¿Qué es entonces lo que predomina en un producto lujoso? posiblemente, lo que más importa es la autoría del producto y su exclusividad. Llevar un producto de lujo no es tener un producto funcional que responda a una necesidad, ni poseer un objeto bonito, es adquirir un símbolo que nos lanza un mensaje de poder, con el que pretendemos asombrar a los demás.


 

La aspiración de muchas personas, en esta sociedad tan competitiva, es poseer riquezas y comodidades. En numerosas ocasiones encontramos falsificaciones ilegales de diseños de productos lujosos, que son adquiridas por personas que desean aparentar estos lujos. Evidentemente, tanto el precio como la calidad de las imitaciones suele ser bastante inferior.


 

Algunos vendedores, advierten de la falsedad del producto, y aunque el cliente no es engañado, sigue siendo una actividad ilegal.


Lic. CC. En Flickr de Landahlausts