1. Cómo se relaciona el ciudadano con la información

Un anuncio de Toshiba de los años 60 imaginaba cómo serían las comunicaciones del futuro.
No iban tan mal encaminados, ¿no?. Ilustración en Dominio Público alojada en Gizmodo
Al público de los medios de comunicación se les llama audiencia. Tradicionalmente, la audiencia ha recibido la información de forma pasiva: te sientas a ver la tele, o a leer el periódico, o a escuchar la radio, pero no puedes interactuar.

En los últimos años se ha producido un fuerte cambio en cómo la gente se relaciona con la información gracias al desarrollo de la tecnología. En la televisión y la radio, la ciudadanía puede elegir cuándo y cómo ver y/o escuchar sus programas favoritos o si quiere hacerlo en directo a través de su ordenador. Los periódicos digitales permiten ampliar conocimientos y saltar de una información a otra a través del enlace.
 
Uno de los espacios más interesantes es la capacidad de interactuar a través de comentarios. ¿Te acuerdas de los personajes de nuestra historia inicial "Incendio en tu televisor"? pues cuando hablamos de los bloggers estamos hablando de que probablemente una de las formas más extendidas de participación es los comentarios en las noticias. El comentario te puede llevar a escribir algo más extenso en tu blog y así poder participar de la vida pública de la comunicación y la información.

Pero además de recibir, comentar y elegir, en este proceso hacia la audiencia activa hay un tercer paso: la ciudadanía tenemos en nuestra mano la posibilidad de recomendar y distribuir a nuestros amigos y amigas aquellos contenidos que más nos interesen a través de, por ejemplo, redes sociales como Facebook, Tuenti o Twitter, entre otras.
Icono IDevice

Curiosidad

 

El audímetro sirve para saber cuánta gente ve un programa de televisión. Son pequeños dispositivos electrónicos, similares a un mando de televisión, que miden la audiencia. En España hay miles de audímetros repartidos por hogares de muy diferente tipo, así que funcionan como una encuesta automática.

Hasta hace poco, las mediciones de audiencia estaban centradas en conocer la cantidad de personas que hay viendo un programa. Sin embargo, cada vez importan más las características del espectador: edad, dónde viven, qué formación tienen, etc.

Por ejemplo: dependiendo de qué edad o qué nivel económico tiene la audiencia de un programa, se emitirá determinado tipo de anuncios (coches, supermercados, juguetes, perfumes...)