La imagen en movimiento: El montaje y la edición audiovisual

Si crear una obra audiovisual es "escribir con tiempo, imágenes y sonidos" El montaje o la edición audiovisual es el momento en el que todos esos parámetros se ordenan y se pulen para conseguir el resultado final. Este sketch de la Hora de José Mota pensamos que resumen muy bien algunas de las reglas que hay que tener en cuenta a la hora del montaje y la edición audiovisual:

 

La organización del tiempo

 Todo relato se organiza a partir de un momento en el tiempo y, a partir de ahí viajamos. El narrador, al contarnos un hecho, puede elegir el orden de presentación. Así, la temporalidad del relato no es necesariamente la misma que la de la historia.

Los relatos audiovisuales tienen dos aspectos temporales diferenciados:

  1. La temporalidad de los acontecimientos relatados.
  2. La temporalidad del acto de relatar, es decir, de la pieza en sí.

En el montaje siempre vamos a trabajar el tiempo del acto, que en muy pocas veces coincide con el acto a relatar.

Los planos, o la unión de los mismos nos dan una serie de rasgos fundamentales que tenemos que tener en cuenta a la hora de escribir una historia, a la hora de rodarla y sobre todo a la hora de montarla. Estos aspectos son fundamentales conocerlos bien:

  • Racord: Es cualquier elemento de continuidad entre dos o más planos, y da unidad a todos los elementos que componen la imagen. Es un aspecto muy importante y particular a la hora de unir e intercalar unos planos con otros, ya que dentro de ellos existen unidades formales y elementos (por ej. Un florero o el color de una prenda determinada) que deben mantener su posición y naturaleza indistintamente en el número de planos que aparezcan, siempre que dichos planos tengan una continuidad y lógica temporal.
  • Elipsis: Supresión de elementos tanto narrativos como descriptivos de una historia, de tal manera que a pesar de estar suprimidos se dan los datos suficientes para poderlos suponer como sucedidos. Con ellas se suele animar o incentivar al espectador para que complete mentalmente los acontecimientos transcurridos en el tiempo y espacio suprimido. Persigue una doble intención, dejar más abierto las posibilidades de interpretación en cuanto a lo que ocurre en el tiempo suprimido, como a su vez reducir físicamente el tiempo de planos y secuencias si fuese necesario. El vídeo de la historia inicial está lleno de elipsis temporales y espaciales, pero aún así, funciona.
  • Flashback: Salto atrás en el tiempo. Se retrocede a épocas anteriores, como por ejemplo el recuerdo de alguien, que suele ser el procedimiento más habitual.
  • Flashforward: Se basa en un salto adelante, por lo que narrativamente se sitúa por delante acontecimientos que en el argumento son posteriores.
  • Plano Secuencia: Es un plano de larga duración (fija o móvil) y que usualmente suele seguir el movimiento de algún objeto o personaje dentro del espacio/escenario en el que se encuentre. No deja de ser una secuencia filmada en continuidad, sin corte entre planos, en la que la cámara se desplaza de acuerdo a una meticulosa planificación.
 
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Para saber más

 

 

Sobre el manejo del tiempo y el ritmo cinematográfico y algunos otros aspectos tienes este curso audiovisual de Claudia McClure.