3.2. la percepción del color

Al abrir los ojos, todo lo que percibes depende de la luz y cuando ésta llega a un objeto, una parte de ella es absorbida por su superficie y otra es reflejada . Para que comprendas mejor este fenómeno observa la siguiente animación pinchando en la fotografía:

Imagen de hurleygurley en Flickr bajo licencia creative commons

Dependiendo de la longitud de onda que llegue a nuestros ojos veremos dicho objeto de un color u otro. Este proceso será estudiado en otro tema con mayor profundidad pero ahora lo que nos interesa es saber cómo interpreta nuestro cerebro esas longitudes de onda y las traduce en colores.

Las células fotorreceptoras de nuestra retina que captan las diferentes longitudes de onda se llaman conos. Pero sólo los tenemos de tres tipos: los sensibles a la longitud de onda correspondiente al rojo, los sensibles a la del verde y los que lo son a la longitud de onda del color azul. La combinación de las tres da como resultado la gran variedad de colores que podemos captar.

Estas longitudes de onda son procesadas como señales nerviosas y viajan a través del nervio óptico hasta llegar a la corteza cerebral donde unas células muy concretas reaccionan ante estas señales y son las responsables de la ilusión del color.

Por todo esto se podría decir que el color está en el cerebro y que se construye tal y como se construyen los significados de las palabras. Sin los procesos neurales del cerebro, no seríamos capaces de entender los colores de los objetos de la misma forma que no podemos entender palabras de un idioma que escuchamos pero que no conocemos.

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Pre-conocimiento

A lo largo de la Historia, diferentes culturas han confundido algunos colores entre sí llegando incluso a asignarles un mismo nombre, esto es debido al hecho de que las sensaciones que producen en nuestro cerebro algunos colores son muy similares.

 

 


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Actividad

En el fondo del ojo existen millones de células especializadas en detectar las longitudes de onda procedentes de nuestro entorno. Estas células, principalmente los conos y los bastones, recogen los diferentes elementos del espectro de luz solar y las transforman en impulsos eléctricos, que son enviados luego al cerebro a través de los nervios ópticos. Es el cerebro (concretamente la corteza visual, que se halla en el lóbulo occipital) el encargado de hacer consciente la percepción del color.

(Fuente: Wikipedia)