2.2 Nuevas perspectivas de la distribución

Streaming una ilustración de Tom Bojarczuk en Flickr con Licencia Creative Commons

Aquella formidable idea de la compresión, que lo mismo sirve para que quepan más cosas en una maleta que para decir lo mismo en menos tiempo y espacio, propició otra manera de hacer que se escuche la música: el streaming.

Escuchar en streaming es reproducir una canción que no está descargada en nuestro ordenador, sino que está guardada en cualquier otra máquina del mundo.

Internet es un gran armario, un gran archivo. Puede ser, si entre todos contribuimos a ello, la gran mediateca universal que custodie nuestra cultura. Cada año entran en el dominio público nuevas obras musicales, unas vienen de los derechos de autor caducados y otras de autores contemporáneos que han decidido que sus obras sean dominio público. Estas obras se alojan en webs accesibles para todos como, por ejemplo, Archive.org. La música guardada allí se puede escuchar o descargar una copia en nuestro ordenador.

No toda la música que se graba se publica en un CD o un vinilo. Cada vez más y más música va directamente de la grabación a la publicación digital, una manera de trabajar propia de los netlabels o sellos digitales.

Desde la aparición de MySpace —donde los propios autores de la música subían sus canciones para que fueran escuchadas, pero no descargadas— muchos músicos han tomado las riendas de su obra y han prescindido de los sellos discográficos como intermediarios. Actualmente los grupos usan menos MySpace y más otros servicios de publicación musical que permiten las descargas y el uso de diferentes licencias (copyright, Creative Commons...) como Bandcamp o Soundcloud.

Icono IDevice

Curiosidad

En Archive.org puedes encontrar mucha música libre que puedes usar para tu disfrute. Por ejemplo estas digitalizaciones de canciones interpretadas por Ruth Etting en los años 20 del siglo pasado, registrada en viejos discos de vinilo que se reproducían a 78 revoluciones por minuto:

 

 

Estas canciones puedes descargarlas aquí, en formato Ogg Vorbis o MP3. Ogg es otro formato de compresión que, a diferencia de MP3, no está sujeto a patentes sino que es libre y cualquiera puede saber cómo está hecho o ayudar a mejorarlo técnicamente.