1. Infancia y dibujo

Dibujo infantil
"Black hawk spirit being" (1881) Dibujo de niño Lakota (Sioux)| Archivo de Dominio Público

Tal vez no sea tu caso, pero lo cierto es que la mayoría de los adultos (al menos en nuestra cultura occidental) no progresan en sus habilidades artísticas más allá de lo que consiguieron cuando tenían 9 o 10 años. Haz la prueba y pide a tus padres o a gente de tu entorno que te dibuje una bicicleta, un retrato o un paisaje de memoria, por ejemplo. Es evidente que el resto de habilidades mentales y físicas sí que experimentan una gran evolución como el lenguaje hablado y la escritura. Pero es un hecho que para la mayoría de las personas el desarrollo de las habilidades artísticas se detiene de forma inexplicable a una edad muy temprana, lo cual quiere decir que, en nuestra cultura, los niños dibujan (como Miguel, el chico rubio de nuestra historia inicial) como lo que son, niños, pero que muchísimos adultos también dibujan como niños, independientemente de sus logros y habilidades en otros ámbitos de la vida, pero solo en su apariencia gráfica, sin la creatividad y espontaneidad que caracteriza al dibujo infantil, como podrás comprobar en la presentación del siguiente subapartado.

 

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Esta incapacidad manifiesta para el dibujo podría considerase -al estilo de la dislexia para quienes tiene dificultad para leer- una especie de discapacidad y llamarla por ejemplo, "dispictoria". Pero esto no sucede por la sencilla razón que en nuestra cultura (campo de estudio de la antropología social) dibujar no es una habilidad considerada esencial para la supervivencia y la comunicación, mientras que hablar y leer sí lo son y como tales se las prima y fomenta en las escuelas y centros educativos, en detrimento de las artes que solo se emplean esporádicamente o para completar otras actividades de las consideradas "serias" como hacer carteles o "decorados" para otras asignaturas "importantes".

Pero como has podido comprobar a lo largo del curso y también verás en los siguientes apartados, para muchas otras personas, entre ellas la mayoría de los artistas, el dibujo sí que es un elemento de comunicación de primer orden, pasando a formar parte en determinados actos y rituales de muchas culturas y religiones, sin olvidar aquellos colectivos y personas que presentan problemas de comunicación en otros ámbitos sociales como los enfermos mentales o los autistas. Acuérdate de Stephan y su prodigiosa capacidad para dibujar de memoria.

El porqué de esta situación lo verás de forma resumida en los siguientes subapartados:"El placer de dibujar", "Evolución y características del dibujo infantil" y "La crisis de la adolescencia" .