Otra de las culturas portadoras de una gran y ancestral riqueza artística e iconográfica respecto a los mitos es el pueblo aborigen australiano. En este apartado podrás sumergirte en el fascinante Dream Time, su mítico Tiempo del Sueño. También te acercarás a otras formas de entender el arte totalmente distintas de nuestras concepciones occidentales.
Ejemplo o ejercicio resuelto
Mundara Koorang, artista aborigen | Imagen de Novyaradnum en Wikimedia Commons bajo CC
Imagina que por tu sangre corre sangre aborigen. Eres occidental y
vives en un país occidental pero tus recuerdos de infancia y tus
sueños están aún latentes en algún remoto lugar de Australia, tal vez cerca de Urulu, más conocido como Ayers
Rock, esa mítica y venerada mole de tierra roja de los aborígenes
australianos. Los Wandjinas sitúan allí su relato mítico de El Tiempo de los sueños.
¿Serías capaz de "recordar" mediante un dibujo o
pintura "mental" un sueño, historia o momento especial de tu vida como hacen estos
increíbles y minuciosos artistas? Piensa en las cosas que para ti son o
deberían ser importantes y te hacen sentir bien, tiende puentes entre
la realidad y el sueño. Ponle formas y colores que te agraden. No será solo un dibujo ni será necesario que la gente lo entienda... será un ritual y será terapéutico. Imagina, entra en el "Dreamtime",en tu Tiempo del Sueño...
Si buscas inspiración para pintar al estilo "aborigen", mira estos dos vídeos. Tal vez te recuerden en algo al "puntillismo". Para que veas que no fue un "invento" europeo.
Piensa ahora en alguna vieja leyenda o historia fantástica de tu pueblo o región ¿Serías capaz de representarla mediante uno o varios dibujos? Si te gustan las historias, tal vez te guste ésta sobre La Leyenda de la Serpiente Arcoiris...
La leyenda de la Serpiente Arcoiris es otros de los más famosos relatos míticos de la cultura aborigen australiana. En este video está narrada en inglés y aunque pueden habilitarse el audio y los subtítulos en español o en otros idiomas, no es aconsejable ya que la traduccion es realmente mala, al menos en castellano. (Si tienes tiempo y curiosidad, en este enlace puedes leer esta leyenda). Eso sí, puedes dejarte llevar por tu imaginación y por el ritmo envolvente de la voz del narrador, las ilustraciones y hasta el sonido de los ancestrales instrumentos de viento.