2.3. Más allá de lo real


Creando espacios imaginarios

Giorgio de Chirico (1888-1978), pintor metafísico, creaba espacios irreales. Eran como recuerdos de plazas italianas, con estatuas clásicas, edificios y maniquíes. Todo era representado de forma creíble, pero sacado de su contexto habitual el resultado era un paisaje enigmático, una especie de escenario teatral.

Poesía de verano. G. de Chirico. De Cea en Flickr bajo licencia cc.

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El surrealismo se adentra en el mundo de lo onírico, en los límites de la percepción y en el subconsciente. René Magritte nos propone un juego en el que la realidad y la pintura se funden e intercambian sus papeles. Una reflexión sobre el valor de lo representado frente a la realidad, el arte frente a la naturaleza. El paisaje pintado, incluso el más realista, siempre es una ilusión.

Otro caso lo encontramos en Paul Klee, relacionado con varios movimientos artísticos, juega con planos de color, líneas y elementos del lenguaje abstracto con los que crea sus propios mundos, que nos acercan a veces a lo mágico y a lo infantil.

La condición humana. 1935. Magritte. De wikipaintings bajo principio de uso justo
Caminos. 1929. Paul Klee. De ZH2012 en wikipedia bajo dominio público