2.2 Cuando los espacios toman forma




Imágenes de iedaprofesores/dibujo en flickr bajo CC

 

Otro de los ejercicios característicos incluidos en el método de Betty Edwards consiste en aprender a distinguir los espacios negativos a la hora de dibujar, a tenerlos en cuenta y usarlos como referencia real. Es otro reto que a la parte izquierda de nuestro cerebro le cuesta aceptar y por tanto, no le gusta nada. Y esto es así porque no le cabe el concepto de "vacío" cuando nos referimos a una forma. Dice Edwards que para el cerebro derecho tienen el mismo valor los espacios, los objetos, lo conocido y lo desconocido, que todo es interesante.

Es curioso observar como los niños con su visión "holística*" del mundo sí que tienen en cuenta los espacios y los formatos cuando dibujan, de ahí el encanto especial y sobre todo, las fantasías espaciales de muchos de sus dibujos. Esa visión de conjunto se va perdiendo con la edad adulta en favor del interés por el detalle y el parecido. Sucede cuando un joven o adulto aborda el dibujo de una figura recreándose en los detalles y comprueba que no le cabe entera o lo ha hecho ridículamente pequeña respecto a la hoja de papel. El mismo Picasso dijo una vez

"Todo niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo artista al crecer"

Ejemplo o ejercicio resuelto

Vamos a tomar un ejemplo similar a los que vienen en la obra de Betty Edwards y que también puedes intentar hacer en tu casa con alguna fotografía de cualquier revista que destaque claramente sobre un fondo (muchas fotografías de moda son de este estilo). Utiliza por ejemplo un papel vegetal (o superpone sobre una ventana iluminada un folio sobre la imagen fotográfica elegida). Empieza dibujando o calcando los espacios vacíos (todo el no ocupado por las personas, por ejemplo) centrándote en las líneas que estás trazando y mentalizándote de que estos espacios son reales. Refuerza esta "realidad" rellenando los espacios vacíos o negativos con rotulador grueso negro, tinta china, lápiz de grafito blando o con rotuladores de color para aislarlos unos de otros. Olvida el interior de las figuras, déjalas como siluetas en blanco.

Y vas a dar un paso más en tu percepción de espacio. Elige un objeto real de tu casa con muchos espacios interiores como una silla, taburete o mecedora. Observa detenidamente los contornos exteriores y los espacios interiores porque vas a tener que dibujarlos. Es interesante que fabriques un pequeño visor de cartulina, con el objetivo de recortar el objeto del entorno y poder observar -y relacionar con los bordes del papel- mas claramente el espacio "como forma". Todo esto y más lo verás y practicarás en el ejercicio resuelto siguiente.

 


Ya has trabajado con los conceptos de figura-fondo y con los espacios positivos y negativos, así que no tendrás problemas en este tipo de ejercicio. La peculiaridad de este enfoque es que es el fondo el que dibuja a la forma y no al revés, lo que nos obliga a observar atentamente los contornos de las formas, alejando viejos estereotipos y convencionalismos que entorpecen una clara visión de las cosas.

Para saber más

* Holístico/a (del griego ὅλος [holos]); todo, entero, total). Herbert Read en su ya clásico y fundamental ensayo "Educación por el arte" (1943) defiende la importancia capital del arte en el proceso educativo y formativo del niño/a, en el sentido que el arte permite que este se conozca a sí mismo, conozca a los demás y su entorno, que se exprese con libertad y autenticidad, desarrollando su creatividad y sensibilidad. El arte, en sus diferentes lenguajes y manifestaciones, favorece el pensamiento crítico, el pensamiento holístico, la socialización, la conciencia del cuerpo, del tiempo y del espacio y es un modo ideal para favorecer la identidad personal y cultural así como para promover el diálogo intercultural. En su ensayo distingue dos tipos de "visiones" en los dibujos infantiles: la "holística" y la "atómica". La primera hace referencia a la visión de conjunto, global o integrada de la realidad circundante característica de las edades infantiles. Una visión holística es una actitud en que aquello que se pone en estudio es visto como un conjunto de partes interdependientes entre sí. Para un niño Holista un papel en blanco es un espacio donde ocurren cosas, donde todo ocupa su lugar y se relaciona con el resto. La segunda se refiere a una visión parcial y fragmentada de la realidad, el niño atiende a los detalles o la anécdota, sin preocuparse de relacionar las partes con el todo, característica de los dibujos de niños más mayores.