4.2. El tiempo de relación entre el espectador y la obra de arte

Instalación de Olafur Eliasson
titulada “Tu presencia reflejada”
Instalación de Olafur Eliasson titulada “Tu presencia reflejada”

La obra de Olafur Eliason “Tu presencia reflejada” utiliza una tecnología muy simple. Se compone de varios elementos mecánicos que no quedan ocultos a ojos del espectador y que giran dos círculos de cristal coloreados que cuelgan del techo, uno es rojizo y el otro azulado. Desde un foco exterior se proyecta sobre ellos una potente luz, que unido a los filtros produce una transparencia sobre la pared de fondo y al mismo tiempo unos reflejos de tonos primarios que se cruzan en las paredes laterales y van girando conforme al movimiento de estos cristales.

El espectador se sitúa en un punto de vista preestablecido por el artista, de tal manera que también se ve reflejado en estos cristales.

Aunque la obra es muy simple, rellena un espacio provocando una sensación de admiración en los espectadores. Desde su silencio y gran capacidad cromática y cambiante, mantienen al espectador un tiempo analizando el objeto, y se gusta en el disfrute visual de las sensaciones que provoca.

Este tiempo es un tiempo necesario para el espectador pero no así para la obra que permanece inmutable en su girar constante que no la cambia; tampoco es un tiempo del autor pues una vez la ha instalado en el espacio que se exponga puede abstraerse, y dejarla funcionar sola.


LAS LANZAS O EL JUEGO DE LAS MIRADAS.

La Rendición de Breda de Velázquez es un cuadro de 1635 aproximadamente, y representa una escena de la Guerra de Flandes, junio de 1625. Representa la entrega de las llaves de la ciudad rendida a las tropas españolas.

Al ver este cuadro no nos damos cuenta de que varios personajes nos están mirando a los ojos, Pero por alguno de ellos entramos dentro del cuadro, por el que nos llame la atención dependiendo de donde estemos situados. Una vez dentro de la escena, de la cual inconscientemente ya formamos parte, movemos nuestra mirada en direcciones marcadas por las miradas de los propios personajes. Así queramos o no, si entramos por la mirada del personaje del bigote del lado derecho, un personaje al lado de este nos lleva a mirar la escena central de la entrega de llaves, a la que miran personajes del lado izquierdo, donde también hay otro personaje que nos mira, y nos vuelve a sacar del cuadro. Velázquez juega con nuestros movimientos físicos, con nuestra mirada. Y por lo tanto con nuestro tiempo.

La rendición de Breda, de Velázquez.
Wikimedia Commons.
Lic. CC. En Wikimedia. Dominio Público.

El tiempo en relación con el tamaño y el espacio de la obra:

El tiempo puede ser proporcional al tamaño de las obras. Una obra que ocupa un gran espacio nos demanda un mayor desplazamiento, y por tanto más tiempo en observarla.

Tenemos que distinguir entre un relieve y una escultura de bulto redondo. Hablamos de una escultura de bulto redondo cuando ocupa un espacio tridimensional y la podemos ver moviéndonos a su alrededor; a diferencia del relieve, que está adosado a una pared y la vemos desde un punto de vista frontal, casi como si se tratase de un cuadro.

El arte contemporáneo ha hecho que las esculturas puedan ocupar el espacio de muy diferentes maneras, por lo que el hecho de ver una escultura lo vamos a resumir en una actitud que consistente en adaptarnos a la forma de la escultura que vamos a ver.

Así, si vemos un móvil de Bruno Munari, como los que hemos visto en el apartado anterior (4.1. El tiempo intrínseco de la propia obra de Arte) que están colgados en una sala, aunque sea teóricamente una escultura de bulto redondo, no sentiremos la necesidad de movernos, pues la obra tiene su propia movilidad.

Si vemos una escultura más tradicional, como por ejemplo los monumentos que nos podemos encontrar en las calles, tendremos que girar a su alrededor para verlo en todas sus dimensiones y captar todo aquello que nos halla querido decir el autor.

 

Monumento a Julio Gómez Cañete, junto a la plaza de toros de Almería,
del escultor rumano Ioan Septimiu Jugrestan
Lic. CC. En Wikimedia de Ane.

Si la escultura es pequeña, quizá la podamos coger con nuestras propias manos, para sentir su tacto y su peso. Abarcamos todas sus formas en un plazo de tiempo pequeño.

"Sacerdote de Cádiz"
Estatuilla masculina de bronce
con máscara de oro,Siglo VIII A.C.
Encontrada en Cádiz en 1928.
Lic. CC. En Wikimedia de (Zaqarbal)

Si la obra es enorme, es posible que también tengamos que mirarlas desde abajo, o desde lejos. Tendremos que desplazarnos a su alrededor para observar la totalidad de la obra.

Escultura " Sierra, Serrando " por Claes Oldenburg y Coosje Van Bruggen, 1996.Tokio, Japón

Lic. CC. En Wikimedia de おはぐろ蜻蛉 ,
Icono de iDevice AV - Reflexión

Abajo tienes la fotografía de una escultura contemporánea. Es del escultor George Segal's. Está permanentemente instalada en el campus de la Universidad de Montclair State, en Nueva Jersey (EE. UU.), y se compone de varias piezas, por lo que no responde a ninguno de los esquemas que te hemos planteado anteriormente.

¿Cómo observarías esta escultura?

 

 Street Crossing (1992). Escultor: George Segal's.
Lic. CC. EN Wikimedia de Beyond My Ken