4. El Tiempo. La cuarta dimensión

Se entiende el "Tiempo" como la "cuarta dimensión" desde la creación de la Teoría de la Relatividad por parte de Albert Einstein a comienzos del S. XX. Antes de la creación de esta teoría solo se tenían las derivadas de la física newtoniana.

Según la teoría de la relatividad, el tiempo depende de la velocidad del observador. Con la velocidad se produce una especie de compresión en el tiempo, que transcurre de manera distinta, pero sólo es perceptible a altísimas velocidades (cercanas a las de la luz).

A escala humana la diferencia de tiempos es tan pequeña que es despreciable y sigue funcionando perfectamente la física de Newton, que no considera al tiempo como una dimensión cambiante. Pero en viajes espaciales, con el tiempo y la velocidad a la que viajan, la desincronización empieza a ser apreciable.

Quizá sea más fácil comprenderlo usando como ejemplo la película de Ciencia ficción: El planeta de los simios es una película estadounidense de 1968, del género ciencia ficción. Dirigida por F. J. Schaffner, protagonizada por Charlton Heston en el papel principal. Basada en la novela homónima de Pierre Boulle.

En ella unos astronautas que han viajado varias veces a la velocidad de la luz durante años, llegan a un planeta muy parecido a la tierra, en la que los simios son la especie dominante, hablan y tienen un sistema de vida muy parecido al de los humanos. Con el desarrollo de la película el protagonista se encuentra con lo que sería la ruina de la Estatua de la Libertad de Nueva York, y comprende que aquel planeta es la misma tierra de la que partieron, para la que el tiempo ha transcurrido mucho más rápido que para ellos.

Además de para la Literatura y el Cine, para las Artes Plásticas en general, el tiempo ha sido motivo, de reflexión en varios sentidos.

Cuando un artista realiza una obra de arte, el hecho de producirla ocupa un tiempo. Es el tiempo en que dicho artista convive con su creación, desde que la proyecta hasta que está terminada. Este proceso temporal es muy subjetivo de cada artista, así encontramos autores como Antonio López que difícilmente termina sus obras y se pasa la vida transformándolas, y otros como Picasso que producía varias obras diarias durante años.

A partir de que la obra está terminada, y sale de manos del autor, se dice que esta tiene vida propia. Tiene accidentes, cambia de ubicación, o de propietario, incluso es restaurada, etcétera. Deja de relacionarse con su creador y pasa a ser parte de sus espectadores. Desde este punto de vista podemos entender el tiempo en el Arte en tres diferentes vertientes:

1. Tiempo intrínseco de la propia obra de Arte.

2. El tiempo de relación entre el espectador y la obra de Arte.

3. El tiempo representado.