1.2. La revolución del grabado

La xilografía

Una de las primeras técnicas reproductivas en serie fue la xilografía, o lo que es lo mismo,  el grabado en madera. Su origen habría que buscarlo en China y Japón, donde se perfeccionó de forma exquisita esta técnica, haciéndose muy popular durante  la Edad Media y mucho más tarde, ya en el siglo XX,  recuperada por muchos de los expresionistas alemanes. La imagen de la izquierda corresponde a una xilografía de la batalla de Morgarten, del año 1315.

En el apartado  "Ejercicio resuelto"  podrás ver ejemplos y conocer con mayor detalle ésta y otras  técnicas reproductivas.

La historia de la "masificación" iconográfica arranca con los descubrimientos que condujeron a los múltiples procedimientos de grabado en cobre. El más impostante fué, sin duda, el aguafuerte, que empieza a popularizarse a finales del siglo XVI. Debes sabes que esta técnica se basa  en la cualidad de ciertas sustancias químicas (ácidos) para corroer o "morder" los metales.

Si el grabado en madera y el aguafuerte fueron importantísimos en el auge de las reproducciones artísticas, no lo es menos el gran descubrimiento de la litografía. De forma resumida, recordar que  su invención de debe al checo Alois Senefelder, músico que andaba investigando, cosa curiosa, la forma de imprimir su propias partituras musicales. Un casualidad le llevó a descubrir que en la superficies dibujadas con un lápiz graso sobre una piedra caliza humedecida, se adhería la tinta, de tal modo que  podía imprimirse  dicho dibujo con relativa facilidad superponíendolo y realizando cierta presión sobre la plancha. Su economía y  facilidad  de uso  lugar a que los artistas se convirtieran también en grabadores y divulgadores de sus propias obras, como en el caso de Van Gogh mostrado más abajo.

Más adelante, dichas técnicas de grabado y litográficas  se alejan de su función meramente reproductiva de obras de arte  para erigirse en modalidades creativas por derecho propio, encontrando en ellas muchos artistas su principal herramienta de trabajo. Por ejemplo, Durero, fue un magnífico dibujante y grabador : muchos de sus grabados fueron ampliamente imitados y copiados, hasta el punto de que algunos de ellos pasaron de copista en copista y acabaron bastantes desviados del modelo original.

Otros artistas como Rembrandt o Goya fueron también excelentes e innovadores grabadores que nos han legado una impresionante cantidad de grabados en sus más variadas técnicas (aguafuerte, punta seca, aguatinta, etc). Esto también tiene su justificación económica: al poder reproducirse en serie, las estampas son más asequibles de cara a su venta, por lo que los artistas tenían una nueva e interesante fuente de ingresos y una clientela más amplia y menos exclusiva, no dependiendo ya de sus mecenas o de aquellos grandes encargos eclesiásticos que suponían su sustento económico desde el Renacimiento.