1.1.Creando la ilusión del volumen: El claroscuro


El gran reto del dibujo es representar en una superficie plana el volumen y la profundidad que existen en la realidad. Para ello se utiliza el claroscuro, que consiste en interpretar por medio de alguna técnica gráfica las zonas de luz y sombra que se definen al iluminar un modelo. Esto puede realizarse en color o en blanco y negro.

Vamos a analizar una forma simple para que lo entiendas con claridad. En una forma geométrica como la esfera se aprecian perfectamente las zonas de luz y sombra, observa la imagen:

 

Zona iluminada: Es la zona donde la luz incide directamente sobre el objeto. Es la máxima claridad en el objeto.

Zona de penumbra: Seguimos en la zona de luz, pero ahora incide de manera más oblicua, por lo que es algo más oscura.

Zona de sombra propia: Es la zona donde la esfera no recibe luz, observa que al ser una forma redonda la oscuridad la oscuridad se va haciendo más intensa poco a poco y que tras la zona de máxima sombra existe una zona algo más clara llamada reflejo, creada por la luz que viene de otros objetos del entorno.

Zona de sombra proyectada: Es la sombra que un objeto proyecta sobre otros cuerpos, el suelo o la pared. 

 Esfera claroscuro. Imagen de elaboración propia.
   

Técnicas de representación del claroscuro.

Podemos utilizar diferentes procedimientos y técnicas para realizar el claroscuro y obtener resultados expresivos variados consiguiendo sensación de profundidad.


 

Rayado.

Consiste en valorar las sombras mediante líneas. Normalmente, se aplican paralelas más o menos cercanas según se quiera conseguir un mayor o menor grado de oscuridad. También se pueden entecruzar. Para realizar esta técnica puedes utilizar lápices, rotuladores más o menos finos o incluso un bolígrafo.

La imagen que ves es un grabado al aguafuerte de Morandi, en la parte inferior puedes ver el rayado ampliado.

 Morandi. Imagen de elaboración propia.
 

 

Mancha.

Se aplican extensiones amplias de color. Se pueden utilizar diversos materiales tanto secos (carbón, sanguina, etc.) como húmedos (óleo, acrílico, acuarela, etc). Este ejemplo se ha realizado al óleo.

Primero se ha aplicado una base de gris claro. Observa cómo a partir de ese color intermedio se van aplicando los tonos más oscuros y claros hasta obtener la sensación de volumen.

Esta técnica que consiste en partir de una base gris que puede ser el color del papel o una primera aplicación de un color sobre el soporte se llama grisalla.



Las técnicas también se pueden combinar para mejorar los resultados. Este artista utiliza acuarela, carbón y lápiz. ¿Te parece que al final consigue la sensación de claroscuro?